Comienza a pensar como empresario
Uno
de los retos más difíciles que debe afrontar toda persona que tome la decisión
de emprender, es el de cambiar su forma de pensar y trabajar.
Muchas
personas inician sus empresas y las administran bajo los paradigmas laborales
que por años se han implantado en sus cabezas, por lo que se les dificulta
lograr los resultados que esperan.
No se puede construir un negocio exitoso pensando como empleado. A
continuación, te explicamos cuáles son esos paradigmas que debes derribar
para Emprender con Éxito.
1.
Deja de trabajar por horas y comienza a trabajar por metas y objetivos
Trabajar
por horas nos lleva a cometer dos grandes errores: en primer lugar, hace que
nos autoengañemos creyendo que por estar ocupados estamos siendo productivos.
Y, en segundo lugar, hace que nos olvidemos de administrar nuestra energía, un
recurso tan importante como el tiempo mismo.
Como
empresario debes desarrollar tu capacidad para trabajar con enfoque, es
decir, aprender a priorizar para poder discernir entre lo urgente y lo
importante, teniendo así la posibilidad de dedicar la mayor parte de tu tiempo
y energía a aquellas actividades que más aportan al logro de las metas y
objetivos que te has planteado.
Emprender no se trata de cuántas horas trabajas, sino de qué resultados
estás obteniendo. Olvídate de que debes trabajar 8 horas diarias de lunes a viernes
y enfócate en establecer metas y objetivos que guíen tus acciones.
2.
Deja de buscar comodidad y seguridad; y busca libertad e independencia
Si lo
que quieres es dinero rápido y seguro, probablemente lo que necesitas es un
empleo. A los 15 días recibirás tu primer pago.
El
emprendimiento es un camino lleno de incertidumbre en el que nada es seguro,
pero todo es posible. Muchas personas inician sus empresas buscando esa
aparente sensación de comodidad y seguridad que brinda un empleo, pero la
verdad es que emprender se trata precisamente de salir de nuestra zona de
confort y aventurarnos a superar nuestros propios límites.
Cuando
eres empresario, significa que tu salario ya no depende de tu jefe, sino de ti
mismo. Al principio será difícil, especialmente si estás muy acostumbrado a
recibir tu salario cada mes, pero emprender te da la libertad e independencia
para explotar todo tu potencial.
"Cuando decida iniciar un negocio, significa que ha renunciado a un
ingreso estable y demás beneficios económicos y sociales que puede tener cuando
trabaja para otros... Por otro lado, significa que sus ingresos no están
limitados por nada, que puede administrar de manera más efectiva su tiempo y no
tendrá que pedirle permiso a otras personas." -Jack Ma.
3.
Deja de trabajar en lo que te toca y comienza a rentabilizar tus pasiones
Para
muchas personas el trabajo no es más que "un mal necesario", algo que
deben hacer para poder sobrevivir.
Un
emprendedor sabe que su capacidad de trabajar le da la oportunidad de impactar el
mundo con sus ideas, habilidades, pasiones y talentos. Para un emprendedor el trabajo no es un
deber, sino la herramienta para cumplir con su propósito de vida.
En
este punto es importante resaltar que, así como hay personas que disfrutan sus
empleos y los hacen con pasión, también hay personas que inician negocios en
industrias que no les apasionan y terminan odiando sus propios negocios. Por
esto es importante que, antes de dejar tu empleo para iniciar un negocio,
trabajes en desarrollar una mentalidad emprendedora que te permita afrontar
todos los retos que impone el mundo empresarial.
No
emprendas con la ilusión de que vas a ganar más trabajando menos. Emprende
porque vas a tener la oportunidad de seguir tus pasiones, desarrollar tus
proyectos y contribuir a hacer de este mundo un lugar mejor con tu trabajo.
"Si odias tu trabajo, odias también gran parte del tiempo que pasas
en este mundo."
4.
Deja de buscar jefes y comienza a buscar clientes
Cuando
una persona emprende con mentalidad de empleado, siempre va a terminar buscando
más jefes que clientes. ¿Qué significa esto? El empleo tradicional tiene 3
características: subordinación, horario y salario. Si vas a emprender, debes
tener claro que la relación con tus clientes no debe ser la misma que con un jefe.
Son
numerosos los casos de personas que renuncian a sus empleos y se lanzan como FreeLancer
en busca de incrementar sus ingresos y tener más libertad, pero al final
terminan trabajando con clientes que disponen de su tiempo en todo momento y
hasta definen cuánto les van a pagar por sus servicios.
Deja de trabajar para las empresas y para las personas, y comienza a trabajar con las empresas y con
las personas. Es un cambio de enfoque muy importante. Siempre asegúrate de
tener autonomía sobre tu tiempo y tu trabajo. Sé muy específico en cuanto a las
características de tu propuesta de valor y enfócate, no permitas que
la necesidad de asegurar un cliente te lleve a aceptar condiciones de trabajo
que pongan en riesgo tu integridad, tu salud o tu reputación, que son activos
muy valiosos en este mundo del emprendimiento.
5.
Deja de vender tu tiempo y enfócate en aportar valor
Muy
ligado al punto anterior, porque, como vimos, la dinámica empresarial es muy
distinta a la dinámica laboral y a los clientes les es indiferente el tiempo
que inviertas para crear y entregar tu producto o servicio, a ellos les
interesa es que les aportes valor a sus vidas a través de tus productos y
servicios.
Construye una propuesta de valor basándote en lo que tú tienes para
ofrecer y lo que tus clientes potenciales quieren o necesitan. Cuánto más valor
aportes a tus clientes, mayor será el precio que ellos estarán dispuestos a
pagar.
6.
Deja de desgastarte con el trabajo operativo y aprende a delegar
Una
de las herramientas más poderosas de los empresarios exitosos, es su
capacidad de delegar... Pero, delegar no es simplemente poner a otras personas
a hacer tu trabajo. Existen 3 claves importantes para delegar con éxito en tu
negocio:
o Trabaja con los mejores: Asegúrate de tener a tu lado personas capacitadas, de confianza y
que estén realmente comprometidas con la misión de tu negocio.
o Empodera a tu equipo: "No tiene sentido contratar a personas inteligentes y
después decirles lo que tienen que hacer." -Steve Jobs. Si eliges bien a las personas de tu equipo, debes
brindarles toda la información y herramientas para que hagan su trabajo sin
inconvenientes ni limitaciones, de lo contrario seguirás siendo una barrera
para el crecimiento de tu propio negocio.
o Estandariza: Crea formatos, estándares y protocolos que sirvan de referencia a
tu equipo a la hora de realizar su trabajo, pero evita caer en el error de
"burocratizar" los procesos en tu negocio.
Puede
que al principio te toque hacer de todo en tu negocio, pero poco a poco debes
ir identificando esas tareas operativas que puedes delegar para que te enfoques
en la parte estratégica de tu negocio. El reto es lograr que tu negocio
funcione correctamente sin necesidad de que estés físicamente en él.
“Uno de los secretos del éxito empresario consiste no en hacer uno mismo
el trabajo, sino en reconocer a la persona apropiada para hacerlo.” -Andrew Carnegie.
7.
Deja de ahorrar para gastar y comienza a ahorrar para invertir
Desarrollar
una mentalidad empresarial también implica que aprendas a invertir. En el
mundo de los negocios no sólo hay que saber cómo ganar dinero, sino también
cómo administrarlo y ponerlo a trabajar para ti.
Algo
común es que los pequeños empresarios gastan las utilidades de sus negocios a
medida que las van obteniendo, entonces difícilmente llegan a expandirse y
consolidarse en el mercado. Un empresario exitoso sabe que si quiere ver
crecer su negocio, debe invertir en él.
Una
persona con mentalidad de empresario siempre pondrá las necesidades de su negocio por encima de los lujos personales.
"Sin motivación, no hay sacrificio. Sin
sacrificio, no hay ahorro. Sin ahorro, no hay inversión. Sin inversión, no
habrá crecimiento."
8.
Deja de ser reactivo y comienza a ser proactivo
Una
de las principales diferencias entre ser empleado y ser emprendedor, es que,
generalmente, el empleado siempre tiene un superior que se encarga de asignarle
funciones y tareas, además de hacer el correspondiente seguimiento a las
mismas; mientras que el emprendedor no puede esperar a que le digan lo que debe
hacer, él debe ser proactivo y autodisciplinado.
Sí,
es cierto que incluso siendo empleados debemos ser proactivos y
autodisciplinados, pero esta cualidad es especialmente importante cuando uno se
lanza a emprender, porque sin importar cuánto ames lo que haces, habrá
días en que no querrás hacerlo. Habrá días en que tendrás pereza de ir a abrir
tu negocio, habrá días en que te sentirás cansado, habrá días en que pensarás
que es más fácil buscar un empleo que te dé un ingreso fijo, habrá días en que
no soportarás a tus clientes o a tus colaboradores... y es justamente en esos
días en los que debes recordar por qué empezaste y por qué rendirte no es una
opción para ti.
Si necesitas que alguien te esté dando órdenes para que te pongas en
acción, entonces te va a ir mejor en un empleo. En los negocios tú debes ser tu
propia motivación.
9.
Deja de buscar culpables, asume tu responsabilidad y enfócate en encontrar
soluciones
En un
empleo tradicional, nuestras funciones y responsabilidades llegan hasta cierto
punto. Si sucede algún problema o imprevisto, generalmente se busca a la
persona responsable. En cambio, cuando eres emprendedor todo lo que sucede es
responsabilidad tuya, sin importar en quién hayas delegado determinada labor.
Es
común encontrar empresarios que se apoyan en sus colaboradores para excusarse
con sus clientes cuando no han podido entregar correctamente un pedido. Dicen
cosas como: "Fue error de mi
diseñador", "La persona encargada estaba de descanso y por eso
no pude tener a tiempo su pedido", "Ha sido culpa de nuestra
contadora", etc. ¿Es esa
la actitud de un empresario exitoso?
Cuando
le incumples a un cliente, se ve afectada toda tu marca y toda tu empresa. Es
tu responsabilidad contar con el personal idóneo y los recursos necesarios para
cumplir con tu propuesta de valor.
Claro que los problemas e imprevistos pueden ocurrir, pero vale más para
un cliente ver a una empresa comprometida y asumiendo su responsabilidad, que
escuchar a un empresario ineficiente culpando a sus propios colaboradores por
lo sucedido.
10.
Deja de temer a los cambios y comienza a gestionarlos
La
dinámica laboral en ocasiones se torna rutinaria, especialmente para quienes
ejercen cargos operativos, lo que puede llevarnos a volvernos reacios a los
cambios. Seguramente habrás visto a personas quejándose dentro de una empresa
porque les toca utilizar un nuevo software, cambiar su lugar de trabajo o
realizar algún proceso de manera diferente.
Lo
ideal es que todas las personas dentro de la organización sean abiertas a los
cambios y estén constantemente en un proceso de reinvención y evolución, pero,
sin duda, los líderes de la
organización deben ser los primeros en adoptar ésta filosofía de vida,
porque probablemente también has escuchado a empresarios decir cosas
como: "Siempre se han hecho las
cosas así y han funcionado", "No confío en los nuevos sistemas",
etc.
Como
líder de tu emprendimiento debes estar siempre un paso adelante, dispuesto a
desafiar el statu quo y aprovechando las oportunidades que de los cambios
emanan.
"Cuando el ritmo de cambios dentro de la empresa es superado por el
ritmo de cambios fuera, el final está cerca". -Jack Welch.
11.
Enfócate en el valor de las cosas, no en su precio
Según Robert
Kiyosaki, el tacaño nunca será rico porque se enfoca en el precio
de las cosas, no en su valor. ¿Qué
quiere decir con esto? quiere decir que, sólo porque algo es barato,
no significa que vale la pena el costo.
En el
mundo del dinero, los negocios y las inversiones, debes aprender a identificar
el valor de las cosas. Dejarse llevar por un "Precio Bajo" es una
decisión emocional que te puede hacer perder mucho dinero. Los empresarios
exitosos compran valor.
En mi caso personal, años atrás al iniciar un restaurante, el negocio
fracasó por diversas razones, entre ellas que tomamos un local porque su precio
era muy bajo, pero la ubicación no era muy estratégica, por lo que el flujo de
clientes era poco. Lección
aprendida: sólo porque algo es barato, no significa que vale la pena el costo.
12.
Deja de enfocarte en los recursos y comienza a enfocarte en las oportunidades
La
razón por la que la mayoría de las personas dicen cosas como: "Eso
no se puede hacer aquí", "Lo haría si tuviera
dinero", "Si yo fuera...", "Si yo
tuviera...", etc. es porque se están enfocando en los recursos,
no en las oportunidades.
Un
empresario es capaz de ver el árbol, aun cuando sólo tiene la semilla sostenida
en su mano. El empresario se enfoca en la oportunidad y se pregunta: ¿Cómo
puedo hacerlo?
Déjame
compartirte una historia para ilustrar este punto...
Andrew
Carnegie fue un conocido
multimillonario. A tiempo actual, su fortuna estaría por encima de los
trescientos mil millones de dólares. El tipo estaba embarcado en un
mega-proyecto: la construcción de un puente sobre el río Misisipi en USA.
En
aquella época todos los puentes que se construían, al poco tiempo se caían. La
gente desconfiaba de las grandes obras, pero Carnegie creía que su idea era
posible. La prueba de fuego no era la desconfianza de la gente, sino la falta
de recursos para financiar la obra.
Para
entonces, la obra ya estaba en marcha, pero los préstamos que el joven había
solicitado resultaron insuficientes. Estaba endeudado y le faltaba dinero para
continuar. Día y noche tocaban su puerta o le enviaban cartas para exigir que
pague, sin embargo nada le detenía. Carnegie no se había endeudado para tirar
ese dinero al agua, lo estaba invirtiendo.
Así
que cuando faltaban recursos y las deudas apremiaban, Carnegie no detuvo su
proyecto sino que más bien tomó impulso y le dio más velocidad.
Carnegie
no dijo:
“que
miedo, estoy endeudado, tengo la soga al cuello”, “paren todo, ya no tengo
dinero”,
“vamos a detener la obra, ya nadie nos quiere prestar.”
“vamos a detener la obra, ya nadie nos quiere prestar.”
No,
él no dijo eso.
Él
dijo: “vamos a continuar, nuestro objetivo es construir un puente nunca antes
visto.”
Señores,
Andrew Carnegie tenía la mente en el sueño, no en las trabas. Toda su energía
estaba puesta en el objetivo, no en el dinero.
Puso
en marcha un plan y en cuestión de días consiguió más financiamiento. Así
concluyó la obra que lo catapultó al éxito masivo. ¿Cómo lo hizo? Empezó a
razonar como un verdadero marketero y vendió la idea de su proyecto. Identificó
inversionistas y empezó a enviar cartas persuasivas en las cuales comunicaba la
promesa de una ganancia no imaginada. Una de sus cartas decía:
“Estimados
señores, nuestro puente es de acero y es una construcción nunca antes vista.
Debido a su comprobada resistencia, en los próximos años el acero moverá al
mundo, por lo cual les animamos a renovar su creencia y seguir apostando por
unir El Este con el Oeste. En un futuro cercano el mercado más rentable será el
acero y debemos elegir si será nuestro o será de otros.”
Carnegie
ha demostrado que cuando hay visión, hay capital; y que cuando hay creencia,
hay caminos. Recuerde: el sueño es más grande que el problema y el soñador es
más fuerte que la adversidad.
No le
hablo de que usted desconozca sus deudas, sino que desconozca sus miedos. Si
estamos seguros del negocio, tenemos que estar seguros de nosotros. La deuda no
es más grande que el empresario. Así que creencia ante todo, velocidad al
máximo, acción y más acción... recuerde: cuando la siembra es buena, la cosecha
es buena.
Escrito por Mundo de Millonarios
Consejos
para desarrollar una mentalidad empresarial
Si
estás listo para dar el siguiente paso y comenzar a trabajar en tu mentalidad
empresarial, estos son algunos consejos prácticos que te ayudarán a lograrlo:
o Rodéate de gente emprendedora: Dicen que somos el promedio de las 5 personas con las que más
pasamos tiempo, entonces asegúrate de estar rodeado de personas que te inspiren
y te reten.
o Lee: Leer
es como tener conversaciones con personas de las que puedes aprender un montón
de cosas interesantes.
Un libro especialmente recomendado
es "Emprender es una forma de Vida: Desarrollo de la Conciencia
Emprendedora". En él encontrarás valiosas lecciones, claves y herramientas
para afrontar la vida y los negocios con actitud emprendedora.
También te recomiendo "La
semana laboral de 4 horas" de Tim Ferris; "Padre
Rico, Padre Pobre" de Robert Kiyosaki; "Piense y
hágase rico" de Napoleón Hill; y "Pasión por
Emprender" de Andy Freire. Son muy buenas lecturas para romper
paradigmas y cambiar tu forma de pensar y trabajar. Si conoces otro libro
interesante acerca del tema, no dudes en recomendarlo en los comentarios.
o Sal a vender: Una excelente manera de desarrollar diversas habilidades de gran
importancia para los emprendedores, es ponerse a vender. Si tienes un producto propio, genial. Si
no lo tienes, busca el producto de otra persona o empresa y haz un acuerdo para
recibir una comisión por cada venta. Cuánto mejor sea tu habilidad para las
ventas, más hábil serás para los negocios.
o Toma acción: El mejor curso de emprendimiento que puedes hacer, es tomar tu
idea y comenzar a ejecutarla. No importa cuántos libros leas o cuántos cursos
realices, si no tomas acción, estás perdiendo tiempo valioso. Por más consejos
que te den, hay lecciones que sólo aprenderás a base de caídas y golpes.
Conclusiones
Aunque
inicies un negocio, puede que aún existan en tu cabeza paradigmas que te
impidan convertirte en el empresario exitoso que quieres ser. Es importante que
trabajes en desarrollar una mentalidad empresarial que te permita
afrontar con éxito los retos que impone el mundo de los negocios.
Por
otra parte, no hay nada de malo en tener un empleo, lo malo es depender de él y
desarrollar una mentalidad de conformismo que nos impida reinventarnos y crecer
constantemente. Recuerda: Busca clientes, no jefes. Incluso siendo
empleado puedes construir una mentalidad emprendedora y aportar mayor valor a
las empresas con las que trabajas.
¿Cuál
otra clave consideras importante para comenzar a pensar como empresario? ¿Cuál
otra conclusión interesante extraes de este articulo? Deja tus comentarios
y aportes acerca del tema.
Publicado por Javier Díaz
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